El Líder Como Pastor

6/11/2009

El libro pretendía mostrar las similitudes intrigantes existentes entre el comportamiento de la oveja y del ser humano. Por ejemplo:

• A las ovejas les fascina el pasto más verde. Durante un cierto periodo de seca, las ovejas fueron llevadas hacia un pasto que no les era familiar. Pocos minutos después, estaban forzando la cabeza por los espacios existentes en la cerca de alambre, tratando de alcanzar el pasto del otro lado.

• A las ovejas les gusta jugar a: “seguir al líder”. Una mañana, al traer a las ovejas afuera del establo, Ken agarró un bastón delante del líder del rebaño, en el momento en que ella llegaba a la puerta. Ella saltó sobre el bastón y todas las que la seguían también lo saltaron en el mismo lugar, inclusive después de que el obstáculo había sido retirado.

• Ciertas razas tienen una estructura que no les permite colocarse de pie solas, en caso de tropezar y caer de espaldas. Se quedan como enyesadas e incapaces de levantarse. Sin ayuda de sus pastores, morirían sofocadas lentamente.

• Frecuentemente las ovejas sufren de una condición visual que no les permite ver nada que no esté directamente delante de ellas. Se fijan de tal manera en el problema inmediato que no reconocen una posible solución, inclusive si esta solución pudiera estar disponible.

¿Usted se reconoce en algunas de estas características? La Biblia contiene muchas referencias sobre ovejas, rebaños y pastores. En Isaías 53:6 leemos: “Todos nosotros nos descarriaríamos como ovejas, cada cual se apartó por su camino”.

Trabajando en este libro, quedé admirado con el papel que el pastor desempeña conduciendo ovejas desamparadas e indefensas que no pueden protegerse. Es interesante observar que, para maximizar la productividad de una empresa y de su personal, un buen líder debe también ejercer las funciones de pastor confiable y responsable.

El Salmo 23 conocido como el “salmo del buen pastor”, habla sobre “andar por el valle de sombra de muerte”. Aunque este texto sea muy usado en servicios fúnebres, refiriéndose a la transición de la vida terrenal hacia la muerte, la verdad ella describe ovejas conducidas por el pastor a nuevos pastos, a través de un pasaje oscuro entre montañas, donde depredadores podrían estar escondidos en la oscuridad.

Confiando en el cuidado y en la protección del pastor, las ovejas que no son nada valientes, prosiguen con confianza. Es una manera por la cual el líder puede actuar como pastor.

Compromiso firme. Cuando los empleados saben que su líder siempre coloca sus mejores intereses en primer lugar, sin importarle el costo, harán todo por él. “Yo (Jesús) soy el buen pastor: el buen pastor su vida da por las ovejas.” (Juan 10:11).

Conocimiento incuestionable. Con frecuencia el líder es un extraño virtual, que se queda imaginando por que las personas no quieren seguirlo. El buen líder conoce bien a las personas que lidera y atiende rápidamente a sus necesidades. “A éste abre el portero, y las ovejas oyen su voz: y a sus ovejas llama por nombre, y las saca. Y como ha sacado fuera todas las propias, va delante de ellas; y las ovejas le siguen, porque conocen su voz” (Juan 10:3-4).

Prioridades indiscutibles. El buen líder sabe que, para que la empresa alcance la excelencia y prospere, es necesario que haya provisión apropiada y sólida para que los que forman parte de ella. Esa fue la preocupación de Jesús al delegar responsabilidades a sus seguidores: “Apacienta mis ovejas” (Juan 21:15-19).

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