Sirviendo a los demás: "El Día del Amor y la Amistad"

6/08/2007

Sirviendo a los demás: "El Día del Amor y la Amistad"

VERSÍCULO CLAVE

"Con mi ejemplo les he mostrado que es preciso trabajar duro para ayudar a los necesitados, recordando las palabras del Señor Jesús: hay más dicha en dar que en recibir".
Hechos 20:35

Un niño de tercer grado había pasado toda la noche preparándose para el día de San Valentín haciéndole a cada uno de los compañeros de su clase una postal. Toda la noche había trabajado sobre su proyecto. Una para Nicolás, una para Mariana, decía él mientras firmaba y sellaba cada una. Era un hermoso acto de amabilidad para todos sus compañeros, más aún para un niño de tercer grado.
Cuando finalmente se fue a la cama esa noche, la alegría que tenía lo hizo dar vueltas y saltar en la cama por un rato. Finalmente, aplacó sus pensamientos. Pronto será el Día de San Valentín, pensó para sí mismo y se decidió a tratar de dormir.
Al día siguiente corrió a su aula y empezó a poner las tarjetas que él había confeccionado en los sobres especiales de los otros chicos. Pero él notó que su sobre estaba vacío; sin embargo, no prestó demasiada atención a eso y decidió que él lo revisaría otra vez después de que terminara la primera hora de clase. Otra vez él chequeó y... nada. Pasó la hora del almuerzo y aún no había ninguna tarjeta del Día de San Valentín para él; ni siquiera una sola tarjeta apareció en el sobre especial del pequeño niño.
‘Puede ser que ellos se hayan olvidado! Se dijo a sí mismo en voz alta.
Cuando su madre lo fue a buscar al colegio, él se dirigió caminando hacia el auto con su cabeza baja, mirando a sus pies. Ella notó que su sobre de Valentín estaba vacío. Él, entonces, murmuró enojado: ni si quiera tengo una sola tarjeta. Cuando hubo entrado al auto, otra vez masculló enojado: ni siquiera una sola tarjeta. Levantó sus dedos uno por uno como si estuviera contando y volvió a repetir: ni siquiera una sola.
Pero después miró a su madre y comenzó a sonreír mientras le decía: ¡yo no me olvidé de entregar ni una sola tarjeta!

APLICACIÓN

Para ser más parecidos a Cristo, ¡tú debes preocuparte más acerca de servir a los otros, que acerca de lo que los otros deberían hacer por ti!

ESCRITURAS ADICIONALES

Romanos 15:2; Efesios 5:1,2, Filipenses 2:3,4, 1 Juan 3:18

Tomado del Libro Ideas Dinámicas para Líderes Juveniles vol. 2

El amor del Padre

El amor del Padre

Esteban era un niño de 6 años muy inquieto y curioso, pero muy amado por sus padres. Todo le intrigaba y todo lo tocaba. Le gustaba jugar con las herramientas de su padre, y en ocasiones este perdía la paciencia y lo reprendía, castigaba o le daba de nalgadas. Pero todo lo hacía por amor a él. Un día Esteban abrió una gaveta y vio allí una pequeña caja de fósforos, sin pensarlo la tomó y comenzó a jugar con ellos. Frotó uno de ellos en la caja, y lo encendió, lo sopló y lo apagó, luego encendió otro y otro y otro, hasta que no logró apagar uno, sintiendo el calor en sus dedos. Con el susto, lo arrojó y éste calló sobre un viejo colchón. El colchón no tardó en incendiarse, rodeando así las llamas al niño. Al escuchar su llanto y sentir el humo por toda la casa, la madre corrió a ver que pasaba. Comenzó a gritar cuando vio a su hijo atrapado entre las llamas. Trataba de rescatarlo pero las llamas eran muy fuertes. En ese momento llegaron los bomberos y la sacaron de la casa. Ella gritando decía: ¡Mi hijo, salven a mi hijo! Trataban inútilmente de apagar el fuego, pero éste crecía aún más. Su padre no tardó en llegar. Alzó su mirada al cielo, y oro a Dios diciendo: ¡Padre, llévame a mí, pero por favor, permite que mi hijo se salve! El llanto del niño cesó, solo se oía una tos muy delicada. La madre lloraba y gritaba desconsoladamente, trataba de entrar para salvarlo, pero los bomberos no la dejaban. El padre se quitó la chaqueta, se cubrió con ella como pudo y entró a la casa. Un oficial trató de detenerlo pero no pudo. Le gritaban: ¡Es inútil, se quemará usted también! Atravesó el fuego sin pensarlo. Sentía como las llamas le traspasaban la piel, pero su propósito era salvar la vida de su hijo. No pensaba en otra cosa que poder llegar hasta él. Allí estaba, en el suelo ya sin casi poder respirar. Lo tomó en sus brazos y casi sin poder lo tapó con su chaqueta y lo sacó afuera. Los paramédicos tomaron al niño y el padre calló al piso desplomado por las quemaduras y todo el humo inhalado. Rápidamente lo auxiliaron y los llevaron a ambos al hospital mas cercano. A los pocos días el niño se recupero y apenas quedaron marcas de aquel fuego en él. Pero no así en su padre. Recibió quemaduras fuertes en gran parte de su cuerpo. Tardó unos dos meses en poder regresar a su hogar, pero llego el día en que este fue dado de alta del hospital, y su familia lo esperaba ansiosa con una fiesta de bienvenida. Su hijo corrió a sus brazos, y al mirar las marcas en su cuerpo le dijo: "Papi, perdóname no lo vuelvo a hacer". El padre con una Mirada de amor le responde: Lo sé, hijo mío, pero lo más importante es que te amo tanto que de ser necesario daría mi vida por ti. Cuanto más aún nos ama el Padre Celestial que envió a su hijo para que muriera por nosotros y aún siendo pecadores pudiéramos ser salvos.

"Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido..."

Imagen Propia

Imagen Propia

Tiempo: 10 minutos
Tamaño del grupo: cualquiera
Materiales: Biblias, 2 espejos, un tazón de agua jabonosa.

Cubre la superficie de uno de los espejos con agua jabonosa. Pásalo de mano en mano y pide a los jóvenes que se miren en él. Pregunta: ¿Qué es lo que ves? ¿Cuando te miras en el espejo, qué pensamientos y sensaciones te vienen respecto a ti mismo? ¿Cómo pueden esas sensaciones distorsionar tu propia imagen de la manera en que el agua jabonosa distorsiona tu imagen física? ¿Qué cosa distorsiona la imagen que tenemos de otras personas?
Pasa de mano en mano de nuevo el espejo cubierto con jabón, y luego pasa el espejo limpio. Lee en voz alta 1 Corintios 13:12. Pregunta: ¿Qué ve Dios cuando nos mira? ¿Cómo podemos aprender a vernos de la manera en que Dios nos ve? Indica a los jóvenes que quieres que cada uno grite su propio nombre cuando cuentes tres. Después del clamor, lee Isaías 43:1 en voz alta. Diles: ¡Dios sabe tu nombre! Dios te ama.

Jesús: ¿Héroe o Mártir?

Jesús: ¿Héroe o Mártir?


¿Qué fué Jesús. . . héroe o mártir? Con este devocional breve, tus jóvenes van a tener la oportunidad de meditar respecto a la maravillosa persona de Jesús, quién es realmente y qué significa para cada uno de nosotros en particular. Viene con preguntas de discusión que te servirán para entender mejor qué piensan realmente tus jóvenes sobre el tema más importante de la fe cristiana.

Jesús Héroe o Mártir

Después de todo lo ocurrido en Nueva York, Estados Unidos, un grupo de hombres y mujeres en particular han llamado la atención: ¡Los bomberos!

Estos hombres valientes no son muy reconocidos hasta que alguna tragedia ocurre. Estos hombres y mujeres arriesgan la vida por ayudarnos.

En el caso de las torres gemelas se calcula que aproximadamente 200 de ellos murieron atrapados dentro los escombros de los edificios. Cumplian con su deber.

Es por eso que son vistos como héroes y con toda razón merecen ese título. Su deber era ayudar a las personas que estaban allí dentro. Arriesgaron sus vidas. Muchos de ellos la perdieron.

¿Héroes? Sin duda. Ellos murieron por cumplir con su deber. Por el otro lado un mártir muere por sus creencias o convicciones.

Por lo regular son creencias religiosas o filosóficas, convicciones que creen firmemente.

La historia esta llena de mártires en todos lo ámbitos que se te puedan ocurrir. Los mártires sufren y mueren por sus creencias.

La pregunta es ¿qué título le damos a Jesús? ¿El de héroe o el de mártir...? ¿O los dos...? ¿O ninguno de los dos...?

He escuchado a algunas personas sugerir que Jesús fue un héroe porque murió tratando de salvarnos. ¿Pero tenía Jesús que morir? ¿Era ese su deber?

Si alguien desea convertirse en héroe se impone la responsabilidad de sufrir en extremo o morir en el intento de salvar a otros.

El título de héroe le queda muy pequeño a Jesús. Jesús es más que héroe.

¿Fue entonces Jesús un mártir? ¿Murió por sus creencias o convicciones con resolución?

El título de mártir también le queda muy pequeño a Jesús.

Entonces ¿qué título le darías?

La respuesta esta en Mateo: El Salvador.
Jesús es el único que puede llevar el título de Salvador del mundo.

Jesús no es héroe... no era su deber morir. Jesús tenía la opción de no morir si no quería, pero el escogió su papel de Salvador.

En Mateo 26:36-46 Jesús oró al Padre y le dijo... "Si es posible pase de mí esta copa, pero no sea como yo quiero sino como tú quieres."

Jesús entregó su voluntad al Padre e hizo algo que no tenía que hacer, pero, por ser Jesús El Salvador, lo hizo.

Jesús tampoco murió por ninguna creencia religiosa o filosófica humana. El murió por un estilo de vida nueva. El murió para darnos vida eterna. No para probarle al mundo que sus enseñanzas eran dignas de seguir. Sus enseñanzas, que son verdad, no tienen que ser legitimizadas. Él es la verdad y todo lo que el enseñó ES la verdad. La verdad es como un león me decía mi padre. Déjala libre y se defenderá sola.

A Jesús no le cabe el título de Héroe ni tampoco le cabe el título de Mártir.

El único título para Jesús es Salvador.

Preguntas para la discusión:

1. ¿Ya es Jesús tu Salvador?
2. ¿Qué significa que Jesús sea el Salvador en la vida de alguien?
3. ¿Qué papel podríamos nosotros tomar?
4. ¿Qué papel preferirías, el de héroe o el de mártir? ¿Por qué?
5. ¿Qué papel desea Dios de nosotros?
6. ¿Qué héroe cristiano conoces?
7. ¿Qué mártir cristiano conoces?

Devocional Para Chicas

Devocional para chicas: El precio de la popularidad

Un amigo está intentando integrar un equipo de fultbol o un club y una amiga intenta ser la porrista de un equipo deportivo. De repente, tu amigo o amiga es una persona completamente diferente. Él no devuelve tus llamados telefónicos. Ella da respuestas vagas y vacilantes acerca de sus planes para el fin de semana. Ya no almuerza más contigo; está sentada con un nuevo grupo de amigos "populares". Ahora tu amiga es popular y le eres indiferente.

Si te sientes sola e ignorada a causa de la nueva popularidad de un ex amigo o ex amiga, o si eres popular y deseas saber cómo mantener las cosas equilibradas, lee cómo la popularidad cambió la forma en que algunas personas se comportaban en la época de Jesús. Los problemas de popularidad han existido por mucho tiempo. Como tal vez sepas, el precio de la popularidad puede ser alto. Lee Juan 12:37-50.
En el caso de los líderes judíos, el respeto y el elogio importaban más de lo que ellos creían. Tanto era así que comprometieron su honestidad. Exigir popularidad puede causarte el mismo resultado. Es bueno tener amigos, pero cuando el encontrar amigos y buscar su elogio sacan tu atención de las cosas importantes de la vida, entonces las cosas han ido demasiado lejos.
De la misma forma, si estás tentada a arriesgar cosas importantes para seguir siendo popular, tu vida está fuera de equilibrio. El equilibrio es la clave, y Dios puede ayudarte a obtenerlo y a mantenerlo. Pero hay un precio que pagar para tenerlo. Examina el equilibrio en tu vida. Menos actividades, ir a menos fiestas y aprender a sentirte bien estando a solas, puede que sea necesario.
Las amistades y el respeto de la gente son importantes. Pero tener la amistad y el respeto de Dios es más importante. Siempre hay un costo para la popularidad, pero la popularidad va y viene. La amistad con Dios dura para siempre. El costo es: tu profundo amor por Él.


Acepta un desafío

Desear ser reconocida es normal. Dejar de ser leal a Dios y a ti misma sólo para ser popular, no lo es. ¿Has establecido límites para mantener equilibrio? ¿A cuáles principios cristianos no renunciarías por ser popular?


Tomado de Graffiti devocional para chicas Editorial Visión Joven

El Espejo Espiritual

El espejo espiritual

Verdad central: La Biblia es como un espejo.

Materiales: Necesitarás una maquinita de afeitar (sin la hoja de afeitar o con su tapa de seguridad) para cada chico, un lápiz de labios para cada chica, una
Biblia, un espejo de mano, crema de afeitar y toallitas de papel.

A medida que los adolescentes vayan llegando, haz que se miren en el espejo de mano por diez segundos. Luego que todos se hayan mirado en el espejo, haz que los chicos se pongan en fila frente a las chicas.
Dales a cada uno un poco de crema de afeitar y una maquinita de afeitar.

Diles:
Ahora que todos se han mirado en el espejo, veamos cuánto se acuerdan de su rostro. ¡Afeiténse como si fueran a salir con la chica que les gusta!

Haz que las chicas juzguen quién lo hace mejor. Luego entrega a cada chica un lápiz de labios e invítalas a pintarse, por supuesto al igual que los chicos sin mirarse en el espejo. Haz que los chicos juzguen quién lo hace mejor.
Lee en voz alta Santiago 1:22-25.

Pregunta:

¿Cómo se relaciona este pasaje con la actividad que acaban de realizar?


¿En qué formas se parece la Biblia a un espejo?

  • Sugerencia:
Haz que se limpien sus rostros con las toallitas de papel. De lo contrario, ellos no podrán concentrarse durante el resto de la reunión.

Contacto Visual

Contacto Visual

Los miembros del grupo experimentarán ser rechazados y aceptados, luego debatirán cómo aceptar a otros así como Cristo los acepta.

Objetivo: Aceptación

Sagrada Escritura: Romanos 15:1-17

Materiales: Necesitarás una Biblia por cada cinco chicos.

¡Acción!

Forma grupos de cinco personas. Luego explica: Armen un círculo y elijan una persona para que se pare en el centro. Si eres la persona que está en el centro, tu meta es lograr que cada miembro de tu grupo haga contacto visual contigo. Si eres parte del círculo, tu meta es evitar el contacto visual con la persona que está en el centro, pero sin cerrar los ojos. Después que el elegido haya tratado de establecer contacto visual con cada persona en tu grupo, júntense todos y denle un abrazo grupal. ¡Vamos!

Deja que los grupos repitan esta actividad, hasta que todos hayan pasado por el centro del círculo.

¡Para pensar!

Haz que los jóvenes se ennumeren entre sus grupos. Luego indica: Discutan las siguientes cinco preguntas. Después de cada una, diré un número entre uno y cinco. La persona del grupo cuyo número he llamado será responsable de compartir la respuesta grupal.

Pregunta:
¿Cómo te sentiste cuando nadie en tu grupo quiso mirarte?
¿Cómo percibiste el abrazo grupal?
¿De qué manera la gente rechaza a otros en la vida real? ¿Cuál es tu reacción cuando otros te desprecian? ¿Alguna vez has despreciado a alguien? ¿ Qué te llevó a hacerlo? ¿Por qué es más fácil a veces rechazar que aceptar?

Distribuye las Biblias y haz que una persona de cada grupo lea Romanos 15:1-7 en voz alta. Luego pregunta: ¿Qué puedes resaltar sobre esta lectura? ¿Cómo te sientes al saber que Cristo te acepta? ¿Qué necesitas de este grupo para sentirte verdaderamente aceptado? ¿Qué puedes hacer para ayudar a que otros en el grupo se sientan aceptados?

Conclusión

Explica: Una forma en que podemos aceptar a otros es reconociendo sus cualidades positivas. Toma un minuto y piensa en una cualidad positiva que veas en cada uno de los integrantes de tu grupo. Concédeles un minuto para pensar, haz que los grupos formen círculos nuevamente, y ordena lo siguiente: Ahora escojan a una persona para que se pare el centro. Esta vez, hagan contacto visual con ella y digan la cualidad positiva que aprecian sobre esa persona. Asegúrense que cada uno rote por el centro.

Asuman Una Actitud

Asuman una actitud

Tema: La iglesia

Escrituras: Salmos 42:4; 122:1

Preparación:
Prepara una lista de unos veinte lugares a donde los chicos de tu grupo pueden asistir, como puede ser la escuela, el cine, o un centro de compras. Asegúrate de incluir a la iglesia en tu lista. También necesitará una Biblia.

Experiencia:
Haz que los integrantes del grupo respondan a cada uno de los temas que les leeras a continuación con aclamaciones, abucheos, silbidos o cualquier otra exclamación que exprese sus sentimientos acerca del sitio que mencionas. Luego lee tu lista de lugares, diciendo: "Hoy iremos al dentista"; "hoy iremos a la piscina"; y así debe continuar. Después de mencionar cada uno de los sitios, haz una pausa para que los jóvenes respondan.

Pregunta:
¿Qué es lo que determina tus sentimientos cuando tienen que ir a determinados lugares?
¿Tiene algo que ver con la diversión?
¿Con el aburrimiento, o porque piensan: "quién estará allí"?

Respuesta:
Haz que algunos voluntarios lean en voz alta Salmos 42:4 y Salmos 122:1.

Y luego pregunta:
¿Qué sintió el salmista respecto a ir a alabar a Dios?
¿Por qué creen ustedes que él sintió de esa manera?
¿Cuáles son los sentimientos que tienen ustedes acerca de la iglesia?
Los sentimientos que tienen ustedes, ¿cómo afectan a sus amigos? ¿Y a sus familias?
¿Cómo creen ustedes que Dios desearía que nos sintiéramos cuando nos preparamos para ir a su casa?
Si las actitudes de ustedes necesitan ser mejoradas, ¿qué cosas específicas podemos hacer para solucionarlo?

Cierre
Que todos los jóvenes formen un círculo. Pídeles a los jóvenes que digan oraciones agradeciendo a Dios por las cosas o por las personas –que asisten a la iglesia– a las que ellos están agradecidos.

LOS CUATRO TEMPERAMENTOS BÁSICOS

LOS CUATRO TEMPERAMENTOS BÁSICOS

Si no hemos quitado las debilidades todavía no somos nueva criatura, las cosas viejas todavía no han pasado. Pidamos al Espíritu Santo que nos moldee, debemos rendirnos a Dios para que él nos perfeccione o sino seguiremos con las debilidades de nuestro temperamento.
Aunque nadie tiene un temperamento exclusivo, sino una mezcla de ellos, podemos decir, que, aunque alguno predomine, existen cuatro temperamentos básicos. La idea es tratar de comprender el nuestro para ayudarnos a observar nuestras habilidades (dones naturales) y defectos.

1) EL MELANCÓLICO

a) VIDA EMOTIVA
Cualidades: Rico interiormente, analítico, tierno, reflexivo. Original, inmaterial.

Defectos: Depresivo, le gusta dar una imagen de sufrido. Tiene preocupaciones injustificadas (preocupado, perturbado), orgulloso; egocéntrico, introspectivo.

b) SU VIDA DE RELACIONES
Cualidades: Amigo sacrificado, constante, cauteloso; afectivo para elegir amistades.

Defectos: Critico severo; perfeccionista. Preocupado por lo que piensan los demás. Capaz de explotar con ira si lo acosan. Rencoroso. Es apático con los que piensan diferente, dificulta sus relaciones.

C) EN SU TRABAJO

Cualidades: Perfeccionista, preciso, analítico. Termina lo que empieza. Apto para trabajos creativos e intelectuales. Consciente, eficaz, es talentoso; tiene rasgos de genialidad, conoce sus limitaciones.

Defectos: Indeciso. Más teórico que practico. Anteproyectos novedosos, analiza las cosas en exceso, deprimiéndose. Elige tareas de máximo sacrificio. Se pone irascible (irritable, furioso) cuando realiza trabajos creativos.

SU MAYOR NECESIDAD.- Caminar por fe, ver el futuro con optimismo. El Espíritu Santo, puede ayudarle a amar a los demás, ser menos exigente así mejora su capacidad de relacionarse. Obedecer y confiar mas en el Señor y no en sí mismo. Cambiar su pesimismo por gratitud. Superar su espíritu critico. Olvidarse de sí mismo y servir a los demás. Entender que Dios quiere su disposición y no su perfección.

2)EL FLEMÁTICO

a) VIDA EMOTIVA

Cualidades: Confiable, equilibrado; de buen carácter, fácil de congeniar; de animo alegre, apacible aunque de pocas palabras. Bondadoso, conciliador.

Defectos: No tiene autoconfianza, es pesimista, temeroso; se aflige, se preocupa con facilidad; rara vez manifiesta sus emociones, es pasivo e indiferente, se acomoda a las circunstancias de forma farisaica y egoísta.

b)SU VIDA DE RELACIONES

Cualidades: Su compañía es agradable, tiene amistades numerosas, tiene un sentido de humor agudo. Es conciliador, tiene afecto sedante (tranquilizante) sobre los demás, es constante, fiel, diplomático (prudente, formal), pacificador, sabe escuchar; da un consejo solo si se lo piden.

Defectos: Huye de los compromisos, es egoísta, mezquino (avaro, miserable). Analiza las personas con indiferencia. Carece de entusiasmo, puede ser terco. Es indiferente con los demás, le causa molestias a quienes le disgustan. No se caracteriza por ser cordial. Afecta ser superior de los demás.

c) EN SU TRABAJO

Cualidades: Es eficiente si se lo exige. Es practico, sencillo y conservador. Hábil, prolijo, planifica su trabajo antes de empezar. Influye apaciguando (pacificar, calmar) ánimos; es confiable en lo que emprende.

Defectos: Actitud espectadora, calma y serena de la vida, no se compromete, perezoso. Acepta el liderazgo a desgano, carece de motivaciones; es indeciso. Se autoprotege de situaciones comprometedoras. Resiste los cambios.

SU MAYOR NECESIDAD.- Reemplazar su carácter apocado (turbado, desconcertado, temeroso); ganar confianza en sí mismo, basado en una vida controlada por el Espíritu Santo. Amar y comprometerse por los demás neutralizando su egoísmo e indiferencia. Desarrollar motivación por su trabajo, percibiendo las necesidades de aquellos que lo rodean. Dejando de lado su pereza y lentitud. Debe superar su pasividad, entregarse a sí mismo, dejar de actuar como si fuera un creyente y serlo realmente, admitir sus temores como pecado y tratarlo como tal. No aparentar ante los demás calma, autosuficiencia. Cuando por dentro hay tormenta, no desperdiciar oportunidades de servir a Cristo, a causa de su temor a las personas y su inseguridad, tanto en su familia como en la iglesia. (2 Timoteo 1:7).

3)EL COLÉRICO

a)VIDA EMOTIVA:

Cualidades: Seguro y firme en sus decisiones, voluntarioso, tenaz (perseverante). Es autodeterminado (aprende solo), optimista, audaz (arriesgado, atrevido), y valiente.

Defectos: Problemas con su carácter violento. Es porfiado (terco, testarudo) e insensible a las necesidades ajenas. Es poco emocional, frío; no aprecia los detalles estéticos. Carece de simpatía; es cortante (brusco), es impetuoso (arrebatado, imprudente), violento, les disgustan las lagrimas, es vengativo ante el que hace injusticia. Es orgulloso, le cuesta pedir disculpas. Es excesivamente autosuficiente.

b)SU VIDA DE RE RELACIONES

Cualidades: No le exige a los demás lo que el mismo no puede hacer. No pierde el animo con facilidad. Es un líder lleno de firmeza. Sabe juzgar a la gente. Logra motivar a los demás. Sabe exhortar. No se achica ante las circunstancias.
Defectos: Poco compasivo (don de misericordia), toma decisiones por otros. Cruel, cortante, sarcástico (burlón), tiende a ser dominante en un grupo. Es arrogante (altanero, orgulloso, engreído), dictatorial (autoritario). Usa a la gente para su beneficio, le cuesta perdonar, es vengativo. Se inclina a ser intolerante (terco); altivo, dominador en su trabajo.

c)EN SU TRABAJO

Cualidades: Es buen organizador, promotor; posee intuición para tomar decisiones acertadas. Reacciona rápida y decididamente ante emergencias, es perspicaz (capaz, prudente) y agudo (talentoso). Nunca vacila, es sumamente practico, sabe estimular a los demás. Se propone metas y las alcanza.

Defectos: Demasiado seguro de sí mismo. Inclinado a proceder con astucia (hipócrita, mentiroso). Porfiado (rebelde, terco) e impaciente por los detalles. Poco analítico, fuerza a los demás a que se acomoden a su plan. Es fastidioso, difícil de complacer; solo tiene tiempo para sus planes y proyectos.
SU MAYOR NECESIDAD.- Poner al control del espíritu santo su carácter violento. El Espíritu Santo puede ayudarlo a tener un corazón compasivo, perdonador; ser menos sarcástico, dictatorial, mas dispuesto a escuchar a los otros. Ser mas tolerante (comprensivo), menos ofuscado (rebelde, terco). Saber que los demás pueden tener buenas ideas. Ser más sensible a las necesidades ajenas, confesar su carácter violento y su crueldad. Desarrollar su belleza interior, mediante horas de oración y meditación en la palabra.

4) SANGUÍNEO
A) VIDA EMOTIVA:

Cualidades: Cálido y vivaz (alegre, eficaz). Tiene "carisma" (misericordia, ternura). Comunicativo, nunca le falta de que hablar. Despreocupado, no le aflige el futuro. Excelente narrador de cuentos. Vive en el presente. Su conversación tiene una cualidad contagiosa. Tiene chispa. Capacidad fuera de lo común para disfrutar de todo. Cordial (hospitalario).
Defectos: Llora con facilidad. Es emocionalmente imprevisible (circunstancial). Le cuesta encontrar sosiego. Tiene arranques de enojo. Exagera la verdad. Aparenta falta de sinceridad. No tiene control sobre sí mismo. Hace compras impulsivas. Se pone demasiado en evidencia (demostración).
B) SU VIDA DE RELACIONES
Cualidades: Hace amigos con facilidad. Es acogedor, optimista, agradable. Se muestra siempre sonriente, amable. No le cuesta pedir disculpas. Es tierno, comprensivo. Conversa con autenticidad. Comparte las penas, alegrías de otros.
Defectos: Quiere dominar la conversación. No tiene fuerza de voluntad. Depende de la aprobación de los demás y busca hacer méritos. Disfruta de la gente, luego la olvida. Busca excusas para su negligencia. Habla demasiado de sí mismo. Se olvida de sus promesas y compromisos.
C) EN EL TRABAJO
Cualidades: Produce una buena impresión inicial. Nunca se aburre porque vive en el presente. Tiene don para cuidar enfermos. Inspira entusiasmo.
Defectos: Es totalmente desorganizado. No se puede confiar en él. Carece de disciplina. Pierde el tiempo conversando cuando debería trabajar. Empieza proyectos y no los termina. Se distrae con facilidad. No logra cumplir sus metas.

SU MAYOR NECESIDAD.- Necesita que el Espíritu Santo estabilice sus emociones, calmar su espíritu intranquilo. Con la ayuda de Dios puede llegar a dominarse a sí mismo, disciplinar su vida. Debe pedirle al Espíritu Santo que le ayude a reducir la atención que se dedica a sí mismo. Su costumbre de dejar proyectos por la mitad, sus hábitos desorganizados deberán convertirse en cosas del pasado a medida que adquiera madurez en la vida cristiana. Con la ayuda del Espíritu Santo llegara a ser más productivo. Ser más responsable, digno de confianza. Desarrollar una vida más autodisciplinada. Reemplazar su yo por una humildad genuina.


EJEMPLOS BÍBLICOS DE TEMPERAMENTOS TRANSFORMADOS POR EL ESPÍRITU SANTO

PEDRO (UN SANGUÍNEO LLENO DEL ESPÍRITU)
Después de pentecostés uso sus labios para predicar de Jesucristo. Desde aquel momento Pedro se despojo de todo su egoísmo, sin vanagloriarse más. Demostró frente al sanedrín (Hechos 4) una moderación ajena a su forma de ser, que solo podría ser inspirada por el Espíritu Santo. Dedico su vida a dar gloria a Cristo.

PABLO (UN COLÉRICO LLENO DEL ESPÍRITU)
Aparece en Hechos 8 como uno que consentía en la muerte de Esteban, el primer mártir cristiano. En el capítulo 8 lo hallamos respirando amenazas y muerte contra los discípulos. Vemos la transformación dramática de su conducta luego de su conversión, siendo usado por Dios para llevar a muchos al conocimiento de Jesucristo.

TOMAS (SE LLAMA DISCÍPULO DE LA DUDA)
Juan 20:25, Notorio caso de incredulidad a pesar de haber estado con el maestro y de lo que le dijeron los discípulos: "al Señor hemos visto", expreso su pesimismo diciendo: "Vamos también nosotros para que muramos con él". Humanamente hablando era un fracaso pero al ser lleno del Espíritu Santo, Tomas se dedico al servicio de Dios. La Biblia no relata lo que ocurrió con Tomas, pero en Madras (capital del estado de Tamil Nadu, India) esta su tumba, se considera autentica la historia de su ministerio. Después de pentecostés parece ser que tomas fue llevado por el Espíritu a la India. Allí enfrento toda clase de peligros y predico con valor la palabra de Dios. Miles se convirtieron, se establecieron iglesias. Fue martirizado (atormentado) por su fe, murió con coraje (valor), algo que el Espíritu Santo puede hacer. La actual iglesia del sur de la India se remonta a la obra de Tomas.

ABRAHAM (UN FLEMÁTICO LLENO DEL ESPÍRITU SANTO)
El tranquilo, bonachón (cobarde, amable) Abraham. El temor dominó toda su vida. En una oportunidad su temeroso egoísmo lo llevo a negar a su esposa y hacerla pasar por su hermana. Este cobarde se transformo de tal manera que se dijo de él: "Abraham creyó a Dios y le fue contado por justicia" (Gálatas 3:6).


TEST

Que cada participante conozca las fortalezas y debilidades de su temperamento. Marca con una “x” la cualidad o defecto que te describa. Pidamos al espíritu santo que nos moldee, debemos rendirnos a dios para que él nos perfeccione o sino seguiremos con las debilidades de nuestro temperamento.