La confesión del hijo prodigo

6/20/2007

Su rostro jovial y sano se afeó con las huellas del pecado y el vicio.


Quisiera referirme a una confesión de pecado que ha pasado a la historia como el epílogo de una de las más cautivantes y humanas parábolas que contara a los hombres el incomparable Maestro de galilea.

La escena campestre es pletórica de matices, el dualismo de las personalidades en conflicto está dado por la presencia de dos hermanos cuyas actitudes e ideales son marcadamente dispares. Uno se aferra a su mundo y crece en la dulce compañía de sus mayores.

El otro en cambio, aspira a forjarse independiente, su petulante concepto de sí mismo lo lleva a despreciar a quienes ponen todo su amor y voluntad en darle un hogar, se siente hombre sin serlo y ante la angustia de la madre y la sorpresa inescondible del padre, pide la parte de la herencia que le pertenece para marcharse a conquistar un mundo y mostrarse a sí mismo que él solo se basta.

Además, la faena del campo no es para una personalidad de sus quilates, el placer de los deleites humanos no se nutre junto a un arado, está cansado de privaciones y moral retrógrada, él es un joven trivial y quiere vivir lo que a su juicio es una vida en plenitud.

El camino que lo separó de su hogar lo recorrió en alas de sus sueños. Ya en la ciudad distante conoció sin reservas. Su rostro jovial y sano se afeó con las huellas del pecado y el vicio.

Sus reservas monetarias se diluyeron en noches de desenfreno, las primeras dificultades golpearon a la puerta de su egocéntrica experiencia. Las semanas subsiguientes el cuadro se agudizó, con la moral desmoronándose buscó inútilmente trabajo.

La crisis en que vivía lo llevó a pisotear su orgullo, a menoscabar sus sueños de pueril grandeza, bebiendo el último sorbo de amargura, se ensució en el lodo de un chiquero, teniendo por compañeros los cerdos y los recuerdos del hogar y la pureza pedida.

Pero allí no terminó el relato. Jesús nunca dejo a un hombre en el fango, y el último acto de aquel drama oriental es el más sublime. En medio de su derrota, el joven despertó de su letargo y sintiéndose por primera vez realmente hombre, expresó su voluntad de regresar a sus privilegios perdidos.

Apoyado en la esperanza de una restauración emprendió el sendero de vuelta al hogar. Allí no lo habían olvidado y, cuando su figura triste se perfilo en la distancia, los brazos del padre se abrieron en una sublime expectativa. Por fin dio los últimos pasos que lo separaban y con lágrimas en los ojos abrió sus labios para confesar: “He pecado contra el cielo y contra ti”.

Este relato tan humano fue usado por Jesús para ilustras la historia del hombre y Dios. Tú y yo hemos tenido la oportunidad de elegir un camino tal vez queriendo probarte a ti mismo que podías vivir sin él, te has alejado de su bendición y compañía.

Pero en la convulsión de un mundo agitado de pasiones encontradas, has ido gastando tus recursos y hoy, con la fe desmoronada y la experiencia manchada, has sentido la triste evidencia de un sendero que invisible pero cruel te separa de Dios.

Pero no desmayes, Cristo, el mismo que relató esta historia, dijo a los hombres: “Yo soy el camino”. Si en esta hora reúnes la suficiente energía moral como para decir:

Me levantaré e iré a mi padre y le diré: Padre, “He pecado contra ti, puedes tener la seguridad que más allá de tu horizonte los brazos de tu Creador te aguardan para perdonarte y restaurarte.

Enseñar y Aprender a Pensar

Creer es también pensar, en la Palabra de Dios el espíritu del hombre es también denominado corazón u hombre interior.

ENSEÑAR Y APRENDER A PENSAR
Por el Dr. Osvaldo Juan Maccio

Sir Ernest Rutherford, presidente de la Sociedad Real Británica y Premio Nobel de Química en 1928, contaba la siguiente anécdota:
Hace algún tiempo, recibí la llamada de un colega. Estaba a punto de poner un cero a un estudiante por la respuesta que había dado en un problema de física, pese a que este afirmaba con firmeza que su respuesta era absolutamente acertada.

SE pidió el arbitraje de alguien imparcial y fui elegido yo. Leí la pregunta del examen y decía: "Demuestre como es posible determinar la altura de un edificio con la ayuda de un barómetro" (instrumento para medir la presión atmosférica) .

El estudiante había respondido:
• "Lleva el barómetro a la azotea del edificio y átele una cuerda muy larga. Descuélguelo hasta la base del edificio, marque y mida. La longitud de la cuerda es igual a la longitud del edificio".
Realmente, el estudiante había planteado un serio problema con la resolución del ejercicio, porque había respondido a la pregunta correcta y completamente.

Por otro lado, si se le concedía la máxima puntuación, no confirmaba que el estudiante tuviera conocimientos en física.

Sugerí que se le diera al alumno otra oportunidad con la advertencia de que en la respuesta debía demostrar sus conocimientos de física.

Habían pasado cinco minutos y el estudiante no había escrito nada. Le pregunte si deseaba marcharse, pero me contesto que tenia “muchas respuestas” al problema. Su dificultad era elegir la mejor de todas. Me excuse por interrumpirle y le rogué que continuara.

En el minuto que le quedaba escribió la siguiente respuesta:

• "Tomar el barómetro y dejarlo caer al suelo desde la azotea del edificio, calcular el tiempo de caída con un cronometro. Después se aplica la formula de caída libre y así obtenemos la altura del edificio".

En este punto le pregunte a mi colega si el estudiante se podía retirar. Le dio la nota más alta.

Tras abandonar el despacho, me reencontré con el estudiante y le pedí que me contara sus otras respuestas a la pregunta. -Bueno, respondió, hay muchas maneras, por ejemplo-

• “Tomar el barómetro en un día soleado y medir la altura del barómetro y la longitud de su sombra. Si medimos a continuación la longitud de la sombra del edificio y aplicamos una simple proporción, obtendremos también la altura del edificio". Perfecto, le dije, ¿y otra manera?. Por supuesto:

• “Ata el barómetro a una cuerda y lo descuelga desde la azotea a la calle. Usándolo como un péndulo puede calcular la altura midiendo su periodo de oscilación. En fin", concluyo, "existen otras muchas maneras."
Probablemente, dijo sonriente, la mejor sea:

• “Tomar el barómetro y golpear con él la puerta de la casa del conserje. Cuando abra, decirle: señor conserje, aquí tengo un bonito barómetro. Si usted me dice la altura de este edificio, se lo regalo."

En este momento de la conversación, le pregunte si no conocía la respuesta convencional al problema: “La diferencia de presión marcada por un barómetro en dos lugares diferentes nos proporciona la diferencia de altura entre ambos lugares.”

• “Dijo que sí la conocía, pero que durante sus estudios sus profesores habían intentado enseñarle a pensar.”
El estudiante se llamaba Niels Bohr, físico danés, premio Nobel de Física en 1922.

Creer es también pensar

En la Palabra de Dios el espíritu del hombre es también denominado corazón u hombre interior. Mientras que a la mente se la llama repetidas ocasiones, alma. No debemos confundir el alma con el espíritu. El alma o mente es la función del cerebro, mientras que el espíritu es lo que Dios da a cada uno como característica inequívoca de tener su imagen y semejanza.

“Creer es también pensar”, es una particular traducción del título del libro de John R. W. Stott, “The import of mind in the christian life” – “La importancia de la mente (o entendimiento) en la vida del cristiano” – no obstante guarda cierta exactitud con el contenido del escrito. El autor muestra en su trabajo que la obra de Cristo en la cruz, que cambia a las personas, es comunicada a través de un mensaje, el del evangelio, dirigido directamente a la mente, escuchado, entendido y aceptado por esta.
También en el crecimiento cristiano la mente ocupa el primer lugar. El espíritu recibe todos los beneficios, o no, del comportamiento mental del cristiano.

Muchos ateos, agnósticos, religiosos, y tenemos que reconocerlo algunos cristianos también, creen que la fe cristiana es cuestión de aceptar dogmas y preceptos así porque sí, aunque no se entiendan. Nada mas lejos de la verdad. Es probable que así sea en las sectas y religiones, pero no en el cristianismo bíblico.
El mensaje del evangelio es un mensaje dirigido directamente y en primer lugar a la mente humana a fin de que reflexione sobre su realidad espiritual y no ha movilizar emociones.
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El pecador:
 Debe de saber que lo es. Luc. 18:13
 Debe saber que Dios condena el pecado. Rom. 3:23
 Debe saber que no hay justo ni aún uno. Rom. 3:10
 Debe tomar conciencia que el ser pecador lo condena eternamente. Rom. 3:19 y 23
 Debe saber que Cristo murió por él. Rom. 5:8
 Debe arrepentirse (cambiar su mente) de esos pecados. Luc. 15:7
 Debe confesar y pedir perdón a Dios por sus pecados. 1ª Jn. 1:7b
 Debe creer que la sangre de Cristo lo limpia de todo pecado. 1ª Juan 1:9
 Debe seguir aprendiendo sobre las verdades bíblicas. 2ª Tim. 3:14-17
 Debe enseñar a otros sobre la salvación que tiene. Mar. 16:15; 2ª Tim. 4:2
 Y así podríamos seguir recorriendo toda la escritura...

Mente y espíritu

Tú eres lo que tienes entre las dos orejas. Lo que creas te hacen libre o esclavo. Tu forma de pensar té quita o te da la oportunidad de obtener la vida nueva, abundante y eterna que Dios te ofrece.
De la misma manera ocurre con nuestro crecimiento espiritual. Como decíamos más arriba: El espíritu recibe todos los beneficios, o no, del comportamiento mental del cristiano.

¿Los libros que lees, los mensajes que escuchas van dirigidos a tu mente o a tus emociones?
¿Te hacen reflexionar o te emocionan para que tomes una decisión?
¿Te hacen pensar o llorar?
Hoy día es muy común apelar a las emociones de las personas, que creen que si han derramado algunas lágrimas escuchando el mensaje, han salido bendecidas por Dios. Nada más lejos de la verdad. Están tan equivocados los predicadores que así actúan, como los indoctos creyentes que escuchan.
Cada vez que concurras a la iglesia, pídele al Señor que primeramente “te dé entendimiento”- Sal. 119:34 -, para beneficio sí de tu corazón.

Mensajes que emocionan...desgraciadamente.

En cierta ocasión escuché en una conferencia el mensaje final de predicación, el hermano a cargo, que creo tenía don de evangelista, predicó muy bien, pero...al hacer el llamado y ver que nadie respondía narró una historia tan dramática y terrorífica, que ningún asistente pudo dejar de emocionarse. No recuerdo nada del mensaje, pero sí la ilustración en detalle.

Aunque este artículo no es una lección de homilética (el arte de preparar mensajes) vale narrar brevemente el melodrama expuesto como ilustración...a ser sincero no recuerdo de que: “Un padre había comprado un auto nuevo, en un momento de distracción, el hijito de
pocos años subió al vehículo y con un cortaplumas cortó todo el tapizado. Al verlo el padre horrorizado le pegó tanto y tan fuertemente en las manitos que estas se inflamaron de tal manera que no se curaron y tuvieron que ser amputadas (?). El padre entró en depresión profunda y un día el niño le preguntó: Papito, ¿cuando Dios me va a dar dos manitas nuevas? Frente a tal impotencia el padre se suicidó”. Perdonen queridos lectores por este relato.

Si el predicador solo te emocionó, acércate con amor al final de la reunión y dile: “Querido hermano, muy lindo su mensaje, llegó a emocionarme, pero no me ha hecho pensar como debo actuar o qué debo cambiar en mi vida.”
Al igual al leer la Palabra, busquemos entender lo que el Señor nos dice y como consecuencia decidir o actuar según las circunstancias. No se trata de ser “un mentalista”, sino de usar nuestra mente como un instrumento para que la Palabra sea guardada en el corazón.

La la Biblia dice en:
Isaias 26:3 y 4 lo siguiente:
“Tú guardarás en completa paz a aquel cuyo pensamiento en ti persevera; porque en ti ha confiado. Confiad en Jehová perpetuamente, porque en el Señor Jehová está la fortaleza de los siglos.”

Generación de vanguardia en marcha

Acerca de los cambios de esta nueva generación y de cómo los jóvenes se capacitan para conquistar distintas áreas.

Hace un tiempo oí una frase que decía: “Dale una hoja de papel blanco a un religioso y se quejará de que no tiene nada que leer; dásela a un creativo y te agradecerá por proveerle material para trabajar”.

En los años pasados muchos jóvenes permitían que alguien les escriba todo en su hoja en blanco. No podían soñar con algo nuevo, porque le sentían un aroma a herejía. He hablado con decenas de jóvenes que solo concebían dos maneras de servir a Dios: predicando o tocando la música. Si no poseían oído musical o no tenían la soltura para predicar ante la gente, se sentían excluidos del equipo, fuera de las grandes ligas.

Pero gracias a Dios, algo nuevo comenzó a darse en los últimos años en nuestra querida juventud cristiana. Los viejos dogmas comenzaron a experimentar una reforma drástica, saludable. No hablo de una postura de transgresión gratuita que hiere sensibilidades, sino una reforma basada en principios bíblicos y calibrada con el corazón del Señor: las almas perdidas.

Muchos de nosotros, inconscientemente, vivíamos estancados en la época de los setenta, nos excusábamos al afirmar que “Dios nunca cambia, y no tenemos que imitar al mundo”.

Decir que Dios nunca cambia es desconocer su estilo para crear cosas nuevas, y afirmar que no hay que imitar al mundo es un contrasentido; todo cristiano medianamente inteligente sabe que Satanás es el imitador en lugar de nosotros. En todo caso, tiene su reloj en hora, mientras el nuestro sufría un atraso demoledor.

Practicando en las inferiores
Hace unos dos años conocí a un pastor de jóvenes que no lograba el éxito que quería con su grupo juvenil. A pesar de sus buenas intenciones, no tenía ascendencia entre los suyos. Estuvimos juntos tratando de descubrir el problema. De pronto, se me ocurrió hacerle una pregunta: «¿Cuál es tu sueño? ¿A qué aspiras en un futuro?» El joven me miró sorprendido como si hubiese hecho una pregunta demasiado obvia. «Quiero ser pastor de una congregación. Quiero tener mi propia iglesia.»

Aunque la motivación no era mala, se había transformado en su problema. En lugar de concentrarse en ideas novedosas para llegar al corazón de los jóvenes, tomaba esta etapa como un ensayo para su verdadera vocación. El departamento juvenil, para él, solo significaba las ligas menores. Un lugar en el que pudiese practicar para el verdadero ministerio. Y eso ahogaba su éxito actual.

El joven se vestía como su pastor, se dejaba los bigotes para parecer de más edad y realizaba los servicios juveniles imitando al culto central dominical.

Cuando iba a la radio, en lugar de hablarle a la audiencia joven, se dirigía a los oídos del pastor, para que «considere al gran predicador que se estaba gestando».

En lugar de enfocar su energía en los jóvenes, dirigía sus esfuerzos para ganarse un lugar en la iglesia central. Dios no puede darle una unción especial para el trabajo actual, cuando mentalmente ya armó las maletas para mudarse de llamado.

La tradición y el querer imitar lo que vio toda su vida, lo condujeron al fracaso inminente: el corto camino hacia la tradición hueca. Llegará al pastorado, fundará su propia iglesia y creerá que ha logrado su máximo sueño, cuando en realidad alguien le escribió su papel en blanco y le dijo, inconscientemente, lo que se suponía que debía hacer.

La generación del nuevo siglo
Durante muchos años vivimos desfasados en el tiempo. Pero afortunadamente, hay una generación que se ha dado cuenta que nuestros jóvenes tienen toda la información que deseen al instante, gracias a Internet. El control remoto de la televisión es una extensión de sus extremidades nerviosas; si algo lo aburre, lo cambiará al instante. El nuevo milenio arrasó con la sensibilidad de nuestros hijos. Y felizmente, muchos jóvenes cristianos se están percatando de esos cambios y están obedeciendo al llamado de ponerse a la altura de las circunstancias.

Esta nueva reforma no tiene que ver necesariamente con un show, un festival, un programa de radio o televisión innovador, sino con un cambio drástico de nuestra manera de pensar, en el espíritu de nuestra mente. Hay una generación entera que está cambiando sus odres mentales para que el vino nuevo pueda ser habitáculo en su interior.

Hay cientos de maneras de servir a Dios y de utilizar a plenitud nuestro potencial. Algunos serán actores y ganarán una estatuilla como «mejor película extranjera»; demostrarán que se puede hacer cine para toda la familia. Otros ganarán la copa del mundo como los mejores jugadores de fútbol de la historia, sin apelar a anabólicos ni a drogas estimulantes. Se están gestando productores de contenidos que aportarán nuevas ideas a una televisión devaluada y sin ideas. Están emergiendo excelentes políticos que administrarán los graneros del país, en lugar de tener que orar para que los presidentes corruptos se arrepientan o regalarles Biblias para que las amontonen en algún armario. En los próximos años, Dios nos regalará empresarios y gerentes de banco, que financiarán los grandes proyectos evangelísticos.

Por eso hay toda una generación en preparación, que estudia y se capacita para la excelencia.

Un reformador sabe que el entrenamiento es vital y determinante. Siempre le digo a los jóvenes: cuando te sorprendan las ganas de servir a Dios a «tiempo completo» y de «vivir por la fe», resiste y ponte a estudiar. Capacítate. Trabaja duro, ve por el oro, por el primer lugar.

Una juventud de vanguardia
Para experimentar una verdadera reforma, necesitamos genuinos locutores de radio, excelentes conductores y periodistas llenos de capacidad intelectual y unción, para que no tengamos programaciones mediocres o hermanos que solo cuentan con buenas intenciones en su haber.

Necesitamos una manera de predicar envuelta en distintos formatos para televisión; de otro modo, solo tendremos una televisión cristiana llena de predicadores que le hacen la tarea más fácil a los que quieren ver el servicio desde la sala de su hogar.

Necesitamos, urgentemente, jóvenes que generen ideas, que disparen originalidad.
El endeudado, el pobre, el descorazonado, la mujer que se acaba de enterar que su marido le es infiel, el joven que anoche intentó suicidarse, todos ellos estarán en nuestros servicios durante horas, harán lo que les digamos, asentirán con su cabeza lo que apenas comprenden y aplaudirán todas las veces que se lo pidamos. Pero hay otro grupo de gente allá afuera. Gente que no nos entiende, aunque hagan un gran esfuerzo. Empresarios, universitarios, intelectuales... gente con poco tiempo. Hombres que dependen de la cotización de la bolsa de valores. Gente de celulares que no paran de sonar. Hombres de negocios que transitan su vida sobre cheques posdatados. Críticos de los buenos espectáculos.

Gente que cree tenerlo todo: una esposa, dos hijos, una casa, dos autos, un perro y una amante para los fines de semana. Ellos también necesitan a Cristo tanto como el drogadicto que anoche visitó el templo. Y gracias a la provisión divina, se está levantando toda una generación de adolescentes y jovencitos con las armas y la audacia necesaria para llegar a esos sectores tan singulares. Estamos a pocos pasos de ver en acción a la generación del nuevo siglo.

No creas todo lo que oyes

No creas todo lo que oyes


¿acaso valen la pena esos amigos que no te aceptan si no llevas el estilo de vida que El Sistema implanta?

Tal vez ya hayas escuchado la historia de dos ranas que estaban nadando en una gran caldera de agua. Una de ellas dijo: "¿No está el agua rica y tibia?"
"Sí –dijo la otra–, está de lujo. Flotemos aquí para siempre!"
Y así las dos ranas acostadas se relajaron, no dándose cuenta de que el fuego había sido encendido bajo la olla y que poco a poco el agua se estaba calentando y calentando. Antes de que supieran lo que estaba pasando, estaban completamente cocidas y listas para convertirse en almuerzo.

Por supuesto que esto solo es una historia medio loca. Pero algo muy similar sucedió a una pareja que estaba en su tina con agua caliente. De alguna manera, el calor fue puesto más alto y ninguno de ellos se dio cuenta de que el agua estaba calentándose de manera peligrosa.

Ambos fueron hallados muertos, ¡cocidos en su propia bañera! Ranas o personas son cocinadas sin saberlo. ¿Qué onda?

Una bañera caliente llamada "El Sistema"
Vivimos en una sociedad secular que yo llamo "El Sistema". En muchas formas El Sistema es como una tina de agua que está sobrecalentándose. Estamos siendo lentamente cocidos en un tipo de agua que parece muy cómoda, pero que nos está matando espiritualmente.

Veinticuatro horas al día El Sistema nos bombardea incesantemente con un mensaje: "Vive y disfruta del placer, esto es vida." Hicimos una canción para describir lo que está pasando en un mundo que está "Engañado por el Sonido" (Wired for Sound):
Los sonidos del mundo están viniendo como una marea... que lava el cerebro –un estado mental–. No hay contienda cuando el ruido ha terminado... Y así deja que el ciego guíe al ciego.

Esta es una buena y exacta descripción del mundo en que vivimos. Con un simple botón podemos cambiar el canal y ver cualquier clase de entretenimiento que queramos.

Es perfectamente natural juzgar un disco, un programa de TV o un video dependiendo de si este nos gusta o no, pero no siempre es fácil saber si es bueno o malo. Algunas cosas obviamente vienen directamente del abismo, pero muchas otras cosas son una mezcla de lo bueno, lo no tan bueno y lo que es "difícil de decir".

Una cosa es segura: mucho de lo que hay en la TV, en la radio, en los discos y en el cine es muy atractivo. Las personas que trabajan en estos medios tienen carisma y poder más allá de la imaginación. Pueden iniciar estilos, cambiar opiniones públicas y hasta elegir presidentes.

Ellos influencian a miles de personas simplemente cantando una canción, grabando un disco o apareciendo en un programa o entrevista.

¿Quién está realmente bien?
El coro de Engañado por el Sonido enfoca una idea crucial: Hoy en día todos pueden ser unos expertos o una autoridad. ¿Cuál es la verdad? ¿Qué está bien?

¿Quién tiene las respuestas? Vivimos en un mundo donde toda verdad es relativa; es decir: "Mi verdad o lo que yo pienso que es correcto es tan bueno como lo que tú pienses, siempre y cuando me funcione". No hay una verdad final o absoluta.

"La palabra en boca es la consejera... No hay necesidad de prueba... En un mundo que está embotado por el sonido... La lengua se convierte en poderosa espada... que pelea por la verdad... En un mundo que está embotado por el sonido."

En la canción "Engañado por el sonido" estamos diciendo que nada es relativo. Una opinión no es necesariamente tan buena como otra.

Claro que todos tienen derecho a tener sus propias opiniones, y en ese sentido las ideas de una persona merecen tanto respeto como las de otra. Pero eso no significa que las opiniones de todos sean correctas, saludables o dignas de confianza. ¿Cómo, entonces, puedes decidir? ¿Qué parámetro puedes usar? Creo que debes usar una opinión muy especial que es más contable, mejor y más precisa que todas las otras que el mundo puede ofrecerte.

Estoy hablando de la opinión de Dios. Él es el creador del mundo, y Él envió a su Hijo a redimir al mundo del pecado. La verdad de Dios no es relativa a nada. Su verdad es absoluta.

Pero Dios no dicta o impone su verdad a nadie. Eres libre de escoger creer lo que tú quieras. Puedes escuchar los sonidos diseñados para servir a Dios, o puedes escuchar los sonidos diseñados para servir a Satanás.

A esto se refiere Pablo, cuando escribe a los cristianos del primer siglo: "Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra fuerzas espirituales de maldad en las regiones celestes" (Efesios 6:12).
La razón por la que El Sistema es capaz de cocinarnos lentamente es porque Satanás está a cargo de este mundo (Efesios 2:2).

Fue ascendido a "gobernante" del mundo cuando Adán y Eva pecaron. Es por eso que Dios envió a su Hijo para abrir nuestros ojos y volvernos de las tinieblas a la luz (Hechos 26:18).

Antes de la "noche de cambio" en mi departamento en Nashville, yo sabía la diferencia entre tinieblas y luz, pero estaba jugando entre las sombras, tratando de alabar a Dios y coqueteando con El Sistema. Estaba "engañado por el sonido"; sí, mis cables estaban completamente cruzados.

Esto me hizo tan miserable que no pude soportarlo, por lo que me arrepentí y pedí a Dios que me perdonara.

Sé que "arrepentirse" es una palabra ya pasada de moda, pero es necesario tomarla más en serio; especialmente cuando El Sistema tiene tantas atracciones que pueden llegar a ensuciar nuestra vida.

Es muy importante hacer notar la diferencia entre el sentirse mal y miserable con remordimiento a causa del pecado, y el decidirte a apartarte de lo que has estado haciendo e ir en una nueva dirección. La palabra que la Biblia usa para arrepentimiento significa literalmente "cambiar tu mente", y eso es exactamente lo que yo decidí hacer aquella noche cuando me rendí y le pedí a Dios que Él tomara las riendas de mi vida.

Dios, por favor renueva mi mente
Yo no saqué de repente una Biblia a la mañana siguiente y leí Romanos 12, ni me lo aprendí de memoria, pero comencé a intentar vivir de acuerdo con lo que allí dice: “Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional.

No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para quecomprobéis cual sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta (Romanos 12:1-2).

Yo realmente deseaba lo que Pablo describe en el versículo 2. El Mundo (El Sistema) me había estado moldeando dentro de su mismo molde –y también cociéndome en su propia bañera caliente– pero yo quería que Dios hiciera algo en mi mente y la renovara de acuerdo a su voluntad.

Es chistoso, pero cuando decides cambiar, las cosas a tu alrededor cambian también. Sé que lo que voy a decirte suena como un cuento de hadas, pero es verdad.

El mismo día en que volví a empezar, después de haberme arrepentido, visité la compañía "Paragon" para ver cómo iba todo.

Cualquier canción que componía se las llevaba y solo habían editado dos o tres de mis canciones hasta entonces. Les gustaban mis canciones pero me decían lo más amablemente que podían que mis letras no llegarían muy lejos. Cuando fui a "Paragon" ese día, Randy Cox, el editor, me dijo: "Hey, quiero hablar contigo. Un grupo llamado 'Higher Ground' (Tierra Alta) necesita un pianista. ¿Por qué no lo consideras?"

Así que conocí a los miembros de "Higher Ground". Ellos daban conciertos por todas las provincias del sur de los Estados Unidos. Me ofrecieron 125 dólares a la semana por tocar el piano, los teclados y cantar un poco, así que acepté el trabajo.
Comenzó la gira, y estuve con el grupo por nueve meses. ¡Fue un tiempo increíble!

Comencé a leer la Biblia y a tener devocionales con el grupo y con la gente que conocíamos en donde tocábamos. Nosotros no solo los ministramos, sino que muchas veces eran ellos los que nos ministraban a nosotros.

Me adapté
Esos nueve meses encierran algunos de los mejores recuerdos de mi vida. Indudablemente que era el lugar donde necesitaba estar. Necesitaba ese apoyo de cristianos maduros que me ayudaran a mantenerme en línea y a convertirme en lo que las Escrituras llaman: "Una persona nueva y diferente con una renovación en todo lo que hace y piensa" (Romanos 12:2).

Con el tiempo, dejé el grupo "Higher Ground" y me fui a escribir canciones y a grabar discos, siempre teniendo en mente el querer comunicar el mensaje de Romanos 12:2. Más adelante nos dimos cuenta de que ciertos cantantes y artistas de rock secular han sido el tipo de consejeros inadecuados para millones de jóvenes, y que simplemente a través de lo que dicen convencen a los jóvenes acerca de una manera determinada de vivir.

Sabemos que a muchos de ustedes se les ha pedido que crean muchas mentiras. Esas lenguas son espadas poderosas que están luchando contra la verdad de Dios a cualquier costo. Como "Engañado por el Sonido" dice: Escogiendo creer en lo que es difícil dejar en lugar de dejarlo... Nunca investigando, solo aceptando... Alimenta la mente lo suficiente para adaptarte... Rascando todavía superficialmente sin profundizar más.

Satanás nunca quiere que profundicemos más allá de: "¿Me hace sentir bien? ¿Me divierte? ¿Me ayuda a olvidar mis presiones y problemas por un rato?"
Si estas son las únicas preguntas que nos hacemos, es fácil ser adormecidos para pensar que El Sistema es la manera sofisticada de vivir. 0 puedes cometer el error que yo cometí tratando de "servir a ambos lados".

Puedes intentar decir las cosas correctas para la gente de la iglesia y por el otro lado las cosas correctas para la gente del mundo secular que prefiere vivir bajo El Sistema.

Yo me engañé un tiempo, y casi destruí mi vida. Pero empecé a cuestionarme cada día más, comencé a excavar más profundamente en quién era yo realmente y quién era Dios realmente para mí. ¿A quién estaba tratando de complacer: a un cierto grupo de personas o a Él?

Complácelo a Él, complácete a ti mismo
Es chistoso, sin embargo, si tú lo complaces no solo te complacerás a ti mismo, sino también a toda la gente que Dios ha puesto en tu vida para tu bien. Si usas la sabiduría de Dios y sus principios para pensar en ti, puedes ofender a algunas personas, incluso puedes perder a algunos de tus amigos.

Pero, (como los deseos sexuales, el deseo de poseer todo lo que ves, y el orgullo que viene de las riquezas y de ser importante)? (1 Juan 2:16).

Me han criticado por ser parte de la escena del "rock & roll", lo cual, según creen algunos cristianos bien intencionados, nos pone automáticamente "del lado del diablo". Yo lamento que crean esto, pero nosotros sabemos del lado que estamos realmente, y definitivamente no es el de Satanás.

Cada semana recibo cartas y llamadas telefónicas de jóvenes que me dicen: "Me salvaste la vida... Me pusiste de regreso en el camino del Señor... Tus canciones me motivaron a dejar las drogas... Siento a Dios cerca otra vez."

Queremos hacer una diferencia para Dios
No te comparto esto contigo para hacer una especie de viaje ególatra; quiero compartirte un poco de la dramática diferencia que Dios está haciendo en muchas vidas. Nadie puede decirme que la música que canto es del diablo, cuando ves la vida de alguien cambiar para bien. El diablo está solamente interesado en cambiar la vida de las personas para mal. Y esto puedo asegurártelo.

Queremos dar una alternativa a cualquiera que está dispuesto a conectarse a un sonido que es para bien y para lo positivo. Como dice "Engañado por el Sonido": La Sabiduría de la página Sagrada es evitada e ignorada. Queremos que la música lleve a que la gente vuelva a las Páginas Sagradas de la Escritura, y deje a Dios cambiar sus vidas.

Antes de que Jesús dejara este mundo, prometió enviar al Consolador –El Espíritu Santo– quien nos enseñaría todas las cosas y nos guiaría a toda la verdad (Juan 14:26; 16:13). Cuando cambias tu vida a la sabiduría de Dios conforme a las Sagradas Escrituras, el Espíritu Santo renovará tu vida desde el interior.

Si eres como yo, necesitas esos tiempos de refrigerio a menudo. Necesitas alejarte del mundo que está "Engañado por el Sonido" –el teléfono, la TV, los audífonos, la radio, etc.– y solo pasar tiempo con Él. Él es la respuesta al ruido y las distracciones.

¿Quieres el tipo de autoestima que pueda decir "No" al Sistema? Entonces comienza a tomar control de los sonidos que están bombardeando tu mente. El mundo está engañado por el sonido, tú estás en control del encendido y del volumen.

No escuches y veas todo. No creas todo lo que ves y escuchas. Pruébalo con la sabiduría de Dios y conviértete en una persona nueva y diferente.

Tomado del libro “En edad para saber”, por Michael W. Smith, Editorial Betania

La Amistad No Es Opcional

La Amistad No Es Opcional

¿Tienes amigos? ¿Amigos cercanos realmente? ¿Amigos de por vida?


He llegado a una espantosa revelación hace algunos meses. No tengo amigos. No los tengo. Tengo muchos conocidos pero, además de mi esposa, realmente no tengo amigos cercanos.

He tenido amigos en el pasado, pero no muchos. Eventualmente algo sucedió—nada siniestro, solo algo pasó—como mudarse, tener un bebé, cambiar de trabajos, construir una casa, regresar a la escuela, cambiar de iglesia; nada malo ni feo, simplemente algo que pasó y cuando me daba cuenta, otra amistad lentamente se desvanecía.

No me malinterpretes, existen media docena de individuos con quienes me gusta estar. Son personas con quienes en alguna ocasión he compartido cosas profundas… y lo haría de nuevo. Son personas que saben cómo divertirse, que me aceptan tal como soy—sin pretensiones, sin ninguna cara que mantener— simplemente relaciones significativas.

Pero ¿un amigo cercano? No. Ninguno.

Probablemente te preguntes por qué. Me he preguntado por qué durante mucho tiempo. Después de una búsqueda dolorosa en mi alma, creo que he descubierto las razones.

Estoy muy ocupado. Estoy fuera mucho tiempo. Viajo demasiado, hablo demasiado y trabajo demasiado. He hecho un excelente trabajo convenciendo a la gente que me rodea que estoy muy ocupado—demasiado ocupado haciendo el trabajo tan importante que estoy haciendo—como para tener tiempo para las amistades.

En otras palabras, he "bloqueado" a todos los que me rodean. Los he convencido para que crean en el mito de mis ocupaciones a tal grado que la posibilidad de que yo sea su amigo (o ellos los míos) jamás entra en mi mente.

Eso es lo que hacen las personas como yo. Nos encerramos detrás de las paredes de nuestras ocupaciones para que no tengamos que preocuparnos por nadie que quiera ser nuestro amigo. A la gente no le gusta imponerse. No quieren robarme a mi esposa y a mi de los momentos escasos que tenemos para estar juntos, así que nos lo permiten alejandose de nosotros para que nos mantengamos aún más ocupados.

Esta semana voy a compartir en Inglaterra, la próxima semana en Nueva York, la siguiente en Hawaii, después en Australia, después en Dallas, después en Vancouver. Y después regreso a casa por algunos días, exhausto, con el cambio de horario, inútil para todos los que me rodean mientras mi cuerpo y mi mente se adaptan al nada familiar y nuevo medio ambiente que me rodea—mi hogar. Paso un día con mi esposa y mis hijos tratando de readaptarme y tratando ansiosamente de llegar a los mensajes telefónicos y a la correspondencia que se ha retrasado.

Estoy en casa, pero no estoy en casa. Estoy presente pero no lo estoy realmente. Y después una mañana me despierto y me doy cuenta que estoy solo. Muy solo. Me doy cuenta que necesito algo en todo esto, entonces corro a alcanzar el avión de mi siguiente viaje prometo cambiar cuando regrese a casa. Pero no lo hago nunca.

¿Cuándo se nos ocurrirá a aquellos de nosotros que estamos en el ministerio, que estamos en la mira pública, que no podemos seguir haciedo esto? No podemos seguirnos escondiendo detrás de nuestros horarios ocupados. No podemos seguir actuando como si no tuvieramos otras opciones porque sin nosotros el mundo se viene abajo.

En vez de que el mundo se venga abajo, nosotros nos venimos abajo… o nuestras familias, o nuestros hijos, o nuestras congregaciones se vienen abajo.

Jamás olvidaré una declaración hecha por Janis Joplin después de un concierto. "Acabo de hacer el amor con 25,000 personas y me voy a casa sola."

Dejame hablar tan brutalmente como pueda a todos nosotros, incluyendome a mí: Si estamos tan ocupados que no podemos tener amigos, estamos demasiado ocupados. Si estamos tan ocupados y no tenemos el tiempo para nuestras familias, nuestros hijos o nuestros vecinos, estamos demasiado ocupados.

La mayoría de los que estamos en el ministerio somos los llaneros solitarios, aislados de todos, separados por nuestra "fama" y nuestros dones. Nos hemos rodeado de empleados cuyo trabajo es mantener a los peones lejos de nosotros. No cabe duda que por eso muchos ministerios se quiebran.

No cabe duda que por eso muchos ministros terminan teniendo aventuras sexuales o terminan utilizando sus iglesias como un lugar para rellenar sus carteras y/o construir monumentos de ellos mismos.

La amistad no es una opción para los Cristianos.

Los discípulos de Jesús eran amigos, no admiradores…aún Judas.

Vamos diciendo la verdad. Vamos a dejar de estar tan ocupados. Toma un sabático. Toma el tiempo que se requiera para construir el tipo de amistades que duren.

Después de todo eso hizo Jesús. No estaba tan ocupado para no tomar el tiempo de hacer primero amigos y después discípulos. Solo tenía tres años. ¿No es esto una de las grandes partes de las Buenas Nuevas? El Dios del Universo—Quien debería de estar algo ocupado—quiere ser nuestro amigo.

En vez de construir un ministerio de miles, quizás deberíamos construir una amistad con uno. En vez de predicar 200 veces al año, deberíamos de escuchar a nuestros hijos y a nuestra esposa. Quizás deberíamos ser conocidos no por cuántos convertidos hacemos o cuántas estaciones de radio adquirimos o cuántas cruzadas tengamos. Quizás deberíamos ser conocidos como alguien que sabe cómo tener amigos.

He decidido tener algunos amigos.

Significará que tendré que quedarme en casa. Significará que tendré que pasar tiempo con alguien haciendo absolutamente nada. Significará que tendré que trabajar en algo que no es tan fácil para mí. Pero no estoy preocupado. Mi amigo Jesús está dispuesto a ayudarme.

¿Le Importa A Dios Mi Vocación?

¿Le Importa A Dios Mi Vocación?

Una de las cosas mas complicadas en la adolescencia es decidir que vocación tomar.

Existen tantas oportunidades, tantas opciones, tantos caminos.

Todo esto se puede volver una gran confusión. ¿Cuál será la vocación correcta? y ¿Cómo podemos tener la certeza que estamos haciendo la voluntad de Dios? Una de las cosas que complica esta decisión es el mito que si no estudiamos algo bíblico estamos fuera de la voluntad de Dios.

Por muchos años se ha hecho un gran énfasis en que los jóvenes que sienten un llamado de Dios tienen que estudiar en una institución Bíblica o seminario. Se nos enseña que la única manera de prepararnos para servir a Dios es por medio de la institución Bíblica. Creo que esta mentalidad ha causado que tengamos a muchos Cristianos improductivos y sin una preparación ideal para estos tiempos.

Hay miles de jóvenes que van al colegio Bíblico y al terminar no ejercen una carrera ministerial y ahora se encuentran con trabajos mediocres que no les permite tener una vida segura o próspera. Viven para trabajar y trabajan para sobrevivir. Los tiempos son diferentes. Hay que ser sabios y pensar en lo siguiente.

Dios quiere que seamos jóvenes productivos y competentes. Esto quiere decir que a Dios le interesa mucho tu vocación a pesar que no tenga que ver con la iglesia. Estoy cien por ciento seguro que a Dios le interesa todo sobre tu vida. El tiene tantos planes para nosotros y el quiere que lo involucremos en todas nuestras decisiones y las áreas de nuestra vida.

La palabra de Dios nos enseña “Porque yo se los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para darnos el fin que esperáis.” (Jeremías 29:11)

¿Que podemos aprender de este versículo? ¿Que es lo que Dios nos dice?

1) Dios sabe todo sobre tu persona y le interesa tu vida. Dios conoce todo lo que te gusta y lo que no te gusta. El sabe todo lo que quieres y las metas de tu vida. El conoce todos tus pensamientos y los sueños que tienes de poder algún día llegar a tener cosas que nunca pensaste que podías tener. Dios sabe absolutamente todo y sabe exactamente tu futuro.

2) Los planes de Dios son para prosperarte y no para hacerte daño. Esto es muy importante en la etapa de decisiones. Si entiendes que Dios tiene planes de prosperarte con la vocación que tu quieres tomar entonces te será mas fácil decidir que estudiaras. Dios no esta buscando bendecir solo a los que estudian en una institución Bíblica el quiere bendecid a todos sus hijos. No importando su vocación.

3) Dios te da los deseos de tu corazón. “Deléitate asimismo en Jehová, Y el te concederá las peticiones de tu corazón.” (Salmo 37:4). Si tu te deleitas en Dios. Esto quiere decir saber vivir una vida conforme a los caminos de Dios. Si tan solo cumples con sus enseñanzas y vives de acuerdo a los principios de la palabra entonces el te dará los deseos de tu corazón. Tus caminos serán prósperos en Dios.

4) Dios pone el querer como el hacer. (Filipenses 2:13) “Porque Dios es el que en vosotros produce así el querer como el hacer, por su buena voluntad.” . La vocación que te gusta y te atrae y quieres estudiar, no es algo que tu mismo lo pusiste en tu corazón. Dios es el que pone los deseos en nosotros. Esto nos enseña que aunque no deseamos o tomemos una carrera Bíblica el deseo de estudiar una carrera académica lo ha puesto Dios.

5) Dios bendice nuestras decisiones. Dios siempre bendecirá tu carrera si con ella tu lo bendices a El. Esto quiere decir que Dios quiere que en todo lo que hagamos lo hagamos con un propósito de poder agradarle a El.

Tu carrera la puedes dedicar a Dios aunque no tenga que ver con la iglesia directamente. ¿Como hacemos esto? Todo lo que logremos académicamente será para la gloria de Dios. Todos los beneficios que tengamos con nuestra vocación que sea para que el Reino de Dios se establezca en la tierra.

6) Dios quiere usarte a través de tu vocación. Dios quiere que sus hijos sean portadores de su gloria en la tierra. El quiere que los que estén gobernando toda la tierra sean personas llenas del conocimiento de Dios. El quiere que los futuros políticos sean guiados por su palabra.

El quiere que los que tengan el poder financiero den las finanzas para que el Reino de Dios avance. El quiere que los futuros productores de cine y artistas sean personas que tienen valores bíblicos para que en las películas se pueda enseñar sin tener que ser religiosos.

Dios quiere que los Doctores sean sus hijos para que El puede revelar la cura de enfermedades incurables a sus hijos. Dios quiere que las ciencia, comunicaciones, finanzas y todo gobierno sea guiado por personas que conocen a Dios.

Dios quiere que tu estudies esforzadamente y que puedas tener siempre en tu mente que Él desea usar tu vocación para establecer su Reino en la tierra a pesar que tu carrera no tenga que ver algo directamente con la iglesia..., mejor digamos el templo. Recuerda que por medio de tus estudios y tu vocación Dios quiere que seas una persona fiel y prospera con un destino grandioso para su gloria.