La Amistad No Es Opcional

6/20/2007

La Amistad No Es Opcional

¿Tienes amigos? ¿Amigos cercanos realmente? ¿Amigos de por vida?


He llegado a una espantosa revelación hace algunos meses. No tengo amigos. No los tengo. Tengo muchos conocidos pero, además de mi esposa, realmente no tengo amigos cercanos.

He tenido amigos en el pasado, pero no muchos. Eventualmente algo sucedió—nada siniestro, solo algo pasó—como mudarse, tener un bebé, cambiar de trabajos, construir una casa, regresar a la escuela, cambiar de iglesia; nada malo ni feo, simplemente algo que pasó y cuando me daba cuenta, otra amistad lentamente se desvanecía.

No me malinterpretes, existen media docena de individuos con quienes me gusta estar. Son personas con quienes en alguna ocasión he compartido cosas profundas… y lo haría de nuevo. Son personas que saben cómo divertirse, que me aceptan tal como soy—sin pretensiones, sin ninguna cara que mantener— simplemente relaciones significativas.

Pero ¿un amigo cercano? No. Ninguno.

Probablemente te preguntes por qué. Me he preguntado por qué durante mucho tiempo. Después de una búsqueda dolorosa en mi alma, creo que he descubierto las razones.

Estoy muy ocupado. Estoy fuera mucho tiempo. Viajo demasiado, hablo demasiado y trabajo demasiado. He hecho un excelente trabajo convenciendo a la gente que me rodea que estoy muy ocupado—demasiado ocupado haciendo el trabajo tan importante que estoy haciendo—como para tener tiempo para las amistades.

En otras palabras, he "bloqueado" a todos los que me rodean. Los he convencido para que crean en el mito de mis ocupaciones a tal grado que la posibilidad de que yo sea su amigo (o ellos los míos) jamás entra en mi mente.

Eso es lo que hacen las personas como yo. Nos encerramos detrás de las paredes de nuestras ocupaciones para que no tengamos que preocuparnos por nadie que quiera ser nuestro amigo. A la gente no le gusta imponerse. No quieren robarme a mi esposa y a mi de los momentos escasos que tenemos para estar juntos, así que nos lo permiten alejandose de nosotros para que nos mantengamos aún más ocupados.

Esta semana voy a compartir en Inglaterra, la próxima semana en Nueva York, la siguiente en Hawaii, después en Australia, después en Dallas, después en Vancouver. Y después regreso a casa por algunos días, exhausto, con el cambio de horario, inútil para todos los que me rodean mientras mi cuerpo y mi mente se adaptan al nada familiar y nuevo medio ambiente que me rodea—mi hogar. Paso un día con mi esposa y mis hijos tratando de readaptarme y tratando ansiosamente de llegar a los mensajes telefónicos y a la correspondencia que se ha retrasado.

Estoy en casa, pero no estoy en casa. Estoy presente pero no lo estoy realmente. Y después una mañana me despierto y me doy cuenta que estoy solo. Muy solo. Me doy cuenta que necesito algo en todo esto, entonces corro a alcanzar el avión de mi siguiente viaje prometo cambiar cuando regrese a casa. Pero no lo hago nunca.

¿Cuándo se nos ocurrirá a aquellos de nosotros que estamos en el ministerio, que estamos en la mira pública, que no podemos seguir haciedo esto? No podemos seguirnos escondiendo detrás de nuestros horarios ocupados. No podemos seguir actuando como si no tuvieramos otras opciones porque sin nosotros el mundo se viene abajo.

En vez de que el mundo se venga abajo, nosotros nos venimos abajo… o nuestras familias, o nuestros hijos, o nuestras congregaciones se vienen abajo.

Jamás olvidaré una declaración hecha por Janis Joplin después de un concierto. "Acabo de hacer el amor con 25,000 personas y me voy a casa sola."

Dejame hablar tan brutalmente como pueda a todos nosotros, incluyendome a mí: Si estamos tan ocupados que no podemos tener amigos, estamos demasiado ocupados. Si estamos tan ocupados y no tenemos el tiempo para nuestras familias, nuestros hijos o nuestros vecinos, estamos demasiado ocupados.

La mayoría de los que estamos en el ministerio somos los llaneros solitarios, aislados de todos, separados por nuestra "fama" y nuestros dones. Nos hemos rodeado de empleados cuyo trabajo es mantener a los peones lejos de nosotros. No cabe duda que por eso muchos ministerios se quiebran.

No cabe duda que por eso muchos ministros terminan teniendo aventuras sexuales o terminan utilizando sus iglesias como un lugar para rellenar sus carteras y/o construir monumentos de ellos mismos.

La amistad no es una opción para los Cristianos.

Los discípulos de Jesús eran amigos, no admiradores…aún Judas.

Vamos diciendo la verdad. Vamos a dejar de estar tan ocupados. Toma un sabático. Toma el tiempo que se requiera para construir el tipo de amistades que duren.

Después de todo eso hizo Jesús. No estaba tan ocupado para no tomar el tiempo de hacer primero amigos y después discípulos. Solo tenía tres años. ¿No es esto una de las grandes partes de las Buenas Nuevas? El Dios del Universo—Quien debería de estar algo ocupado—quiere ser nuestro amigo.

En vez de construir un ministerio de miles, quizás deberíamos construir una amistad con uno. En vez de predicar 200 veces al año, deberíamos de escuchar a nuestros hijos y a nuestra esposa. Quizás deberíamos ser conocidos no por cuántos convertidos hacemos o cuántas estaciones de radio adquirimos o cuántas cruzadas tengamos. Quizás deberíamos ser conocidos como alguien que sabe cómo tener amigos.

He decidido tener algunos amigos.

Significará que tendré que quedarme en casa. Significará que tendré que pasar tiempo con alguien haciendo absolutamente nada. Significará que tendré que trabajar en algo que no es tan fácil para mí. Pero no estoy preocupado. Mi amigo Jesús está dispuesto a ayudarme.

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