ERIE: EL JOVEN Y SU SEXUALIDAD
TOMA CONTROL DE TUS PENSAMIENTOS
Por: Victor Ricardo
El campo de batalla es nuestra mente. Satanás, nuestro enemigo, sabe que sí él puede ganar en el área de nuestros pensamientos, nos tiene cautivos.
Pero podemos tomar control y rechazar en el Nombre de Jesús todo pensamiento que nos va a ensuciar. A lo mejor has oído el dicho, "No puedes evitar que un pájaro vuele sobre tu cabeza pero si puedes evitar que haga nido allí". Ten cuidado con lo que ves, a través de la televisión, las películas, videos, revistas, etc. y así evitarás muchas de las batallas en tu mente.
La decisión firme de no cometer fornicación, ni otro pecado sexual, tiene que ser hecha ANTES de estar en el calor de la tentación. Si no has hedió una decisión antes en tu mente y con tu espíritu, la pasión del momento hará la decisión. Tus emociones controlarán a tu voluntad, pero para un Joven que desea honrar a Dios, es lo opuesto: su voluntad controla a sus emociones.
Hay una promesa maravillosa de Dios en el área de nuestros pensamientos. * 'Las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas... llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo ". (2 Co. 10 :4,5)
Escucha estos cuatro pasos:
Siembra un pensamiento, cosecha mi acto. Siembra un acto, cosecha un hábito. Siembra un hábito, cosecha un estilo de vida. Siembra un estilo de vida, cosecha un destino.
Estos pasos funcionan para bien o para mal.
Siembra un pensamiento sano, cosecha un acto sano.
Siembra un acto sano, cosecha un hábito sano.
Siembra un hábito sano, cosecha un estilo de vida sano.
Siembra un estilo de vida sano, cosecha un destino santo.
Tú, joven, has sido llamado a un destino alto, un destino de hacer grandes cosas en el Reino de Dios. No has sido llamado a la mediocridad, sino a la excelencia. Y esto empieza con tus pensamientos.
¿QUE HACER SI YA HE PECADO?
Si fuiste culpable del pecado sexual antes de recibir a Cristo como tu Salvador, necesitas reconocer que la Biblia dice, "De modo que si alguno está en Cristo nueva criatura es; ¡as cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas". (2 Co. 5:17). Toda tu vida pasada está bajo la sangre de Jesús, enterrada en lo más profundo del mar. Pon un aviso al diablo, "'No se permite pescar en este mar". El quisiera atormentarte haciéndote recordar tus pecados del pasado, pero no se lo permitas.
Si tú dices, "Pues, yo caí en pecado después de mi salvación; ¿Qué debo hacer?"
1. Enfréntate a ti mismo y confiesa tu pecado. David dijo, "Contra tí he pecado... "Sal. 51:4. El no hizo excusas por sí mismo, no dijo, "Todos lo están haciendo" o "Todos somos débiles".
Proverbios 28:13 dice, "E! que encubre sus pecados no prosperará; mas el que lo confiesa y se aparta alcanzará misericordia". Aquí encontramos el segundo paso.
2. Apártate del pecado, abandónalo.
3. Busca el. Perdón de otros. Si tú, joven, has pasado la línea de lo correcto con una muchacha, ve con ella y pídele perdón, prometiéndole que jamás volverá a suceder.
4. Perdónate a ti mismo 1 Jn. 1:9 dice, "Si confesamos nuestros pecados, él es fiel' y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad . Si Dios me puede perdonar, yo puedo perdonarme a mi mismo.
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